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Capítulo 23.

La sala principal fue acomodada, quisieron comer ahí y pasar un buen rato.

Jaesung se escondía cada que Jin lo veía, daba pequeñas sonrisas y sus mejillas se volvían más rojizas cuando el omega le hacía cariños a los lejos. Se escondía en el pecho de Jimin y besaba a su mami.

Jin terminó de comer viendo con emoción a todos, pero con un gran deseo de comer el pedazo de pastel que su alfa sostenía.

—Ya no más, Jin te dolerá el estómago —Yongsun habla con la vista fija en su plato.

—Pero es tu bichito el que quiere comer, no yo.

Yongsun negó con su cabeza tratando de esconder la sonrisa que se escapaba de sus labios.

—Por favor, alfita hermosa y bella —al no recibir respuesta, el omega siguió halagándola—. Yongsun, la alfa más valiente y guapa de todo este mundo —terminó abriendo sus manos en movimientos exagerados.

—Está bien, pero si te sientes lleno o con molestias no sigas comiendo, ¿sí?

—Te amo Yongsun bella y nuestro bebé también te ama —agradece tomando la porción con una mano mientras se acariciaba el vientre con la otra.

Jaesung tenía un pedacito de pastel sobre un pequeño plato, observó a Jimin y luego a Solji.

—Jiji —llama su atención. Todos se cubrieron la boca intentando soportar los "awww" por la ternura que Jaesung ocasionaba.

—¿Dime cachorro? —responde la alfa en tono enternecido.

El pequeño mostró su pastel a la alfa llevando sus deditos a su boca de nuevo.

—¿Es para mí?

—No —mueve la cabecita de un lado a otro mientras sonreía.

—¿Para mami? —pregunta la alfa señalando a Jimin.

Jaesung se quedó viendo a su mami, le sonrió, pero también negó en tanto, Jimin peinaba sus dorados cabellos y él se acostaba en sus piernas.

Era una cosita regordeta muy linda.

Entonces Jaesung sonrió viendo a Jin para luego esconderse entre las piernas de Jungkook y Jimin.

—¿Para mí? —Jin posó su mano a la altura de su pecho, tenía la boca manchada de pastel y lágrimas en los ojos.

Jaesung sacó su carita detrás del cuerpo de Jimin y sonrió de nuevo.

Sin sentir el omega, derramó algunas lágrimas, buscó una servilleta y limpió sus labios.

—Jaesung mi pequeño amor, gracias que lindo eres pequeño botoncito de la flor más bella y hermosa de todo el universo —se acercó y llevó a sus labios el pastel—. Ya ven todos, aprendan de mi sobrino favorito de todo el mundo, él sabe cómo cuidarme.

Resonaron las risas en el lugar estremeciendo un poco al niño que durante toda su corta vida ha interactuado con tres personas.

—Tranquilo cachorro, no te preocupes —Jungkook le habló mientras ofrecía un poco de fruta picada al pequeño.

—Jaesung es un gran niño, yo estaba asombrada de la inteligencia que posee, es tan bueno y protector —Solji comenta.

—Gracias, Solji, gracias por cuidar de mi vida —Jimin carga a Jaesung sentándolo en sus piernas mientras Jungkook le daba algunos trozos de fruta para que las comiera, limpiaba su rostro con una servilleta y Jaesung abría sus ojos con asombro cuando el alfa se acercaba a limpiarlo.

—Me hará mucha falta, pero ahora está donde siempre perteneció.

Jungkook sonrió viendo los gestos del pequeño al probar un pedacito de kiwi —¿No te gusta? —pregunta y Jaesung niega.

Jimin pone una servilleta en su boca para que expulsara la comida, pero él frunce el ceño y traga. Su mami sonríe y besa su mejilla —Si no te gusta, no comas bebé.

Después de otros trozos más se paró tomando un poco de sandía para llevarla a la boca de Jimin.

—Gracias, amor —Jimin besa su frente haciéndolo reír, acaricia su mejilla y Jaesung sigue el toque acurrucándose en su mano.

—Mami —él sonríe dando palmadas en su pierna.

Jaesung volvió al recipiente por más sandía y vio a Jungkook ofreciendo con su manita extendida el pedacito de fruta.

—Gracias, Jae —el alfa le regaló una gran sonrisa, Jaesung se acercó un poco más mordiendo sus dedos.

Apuntó su dedo índice a las mejillas del alfa, quiso tocar su rostro, pero retrocedió arrepentido y cayó sentado.

—No lo miren porque llora —Jin menciona desviando la mirada ante la tierna escena.

Jaesung se levantó sonriendo y fue por más fruta para comer. Todos hicieron pucheros de ternura al notar que Jae mostró los hoyuelos en sus mejillas, al igual que su mami. Jimin no los había mostrado tanto como hasta hoy.

—No me da el pensamiento, lo juro. Esto parece tan irreal —Jimin lo observaba con detalle mientras le limpiaba las manitas de su cachorro con ayuda de Jungkook.

—Tranquilo Jimin, todos estábamos sorprendidos y no sabíamos qué hacer o qué decir cuando nos enteramos —Jin se acerca sentándose a su lado.

Jimin suspira —Hoseok amigo, ¿por qué no me dijiste que él estaba vivo? Y créeme que no estoy enojado ni nada parecido, solo necesito saber.

Yongsun fue por unas bolsas con algunas de las cosas que compraron para que Jaesung jugara, los abrió y se los colocó frente a él.

El pequeño le dio una mirada extraña, pero cuando la alfa le sonrió, él le devolvió otra sonrisa tomando uno de los juguetes.

Hoseok en sus pensamientos revivió aquel momento como si fuera algo que pasó el día anterior.

—Cuando te desmayaste estabas muy golpeado, Jaesung sangraba y Dongwoo por lo borracho que se encontraba me mandó a sacar su cuerpo porque el cachorro parecía estar muerto, me ordenó que fuera a ponerlo a la basura o que lo dejara tirado en algún lugar, yo tenía prohibido salir, pero en su estado no recordaba nada.

—Ese maldito hijo de pu... —el castaño estaba a punto de maldecir.

—Jin ten cuidado, Jae te puede escuchar —Yongsun lo detuvo antes de que continuara.

Hoseok con la vista perdida en la pared del fondo, continuó su relato —Yo no podía creer lo que sucedió, no podía dejar al pequeño de esa forma, confiaba en que no se diera cuenta de cuanto tiempo tardé en regresar. Lloré tanto aquella noche por no saber qué hacer, en medio de toda la desesperación ese pequeño me devolvió el alma al cuerpo cuando se removió en mis brazos y ahí supe qué hacer, mamá estaba escondida en un sitio que solo ella y yo conocíamos.

—Cuando lo vi llegar me sorprendió y agradecí a todos los astros porque mi niño había regresado a mis brazos, pero esos no eran sus planes —Solji comentó recordando el preciso momento.

—Le expliqué todo lo más rápido que pude, Jaesung estaba vivo, pero no podía regresarlo porque entonces Dongwoo podía matarlo, así que le pedí a mamá que lo cuidara, yo sabía que estaría en buenas manos, prometí regresar un día contigo a mi lado. Y con esa esperanza salí de casa y volví junto a ti.

—Pudiste quedarte con ella, ¿y regresaste por mí? —Jimin pregunta con ojos cristalizados.

—Eres mi amigo Jimin, sabía de los planes de Dongwoo, no podía dejarte morir en ese lugar y no sé si decidir no decirte lo de Jaesung fue lo peor que hice, pero creí era lo mejor, Dongwoo podía buscarlo y terminar lo que empezó y si yo te decía él sospecharía y entonces ambos estaríamos muertos. Encontraría a mamá y todo se iría por la borda. Él tenía cámaras en todos lados, escuchando y viendo a cada persona de la mansión.

—Lo siento Hoseok, siento que sufrieras todo eso por mi culpa —Jimin fue a su lado y lo abrazó.

—No, perdóname tú por no decirte nada.

—Todo está bien amigo, supongo que fue lo mejor, pienso que tienes razón al decir que ambos estaríamos muertos, así que gracias Hoseok, y por favor ya no pidas perdón —suspira.

—Lo siento Jimin, yo no podía decírtelo, tuve miedo que nos matara a todos y que te hiciera más daño, por eso empecé a buscar la manera de sacarte de ahí cuando te encerró en la habitación.

Al omega se le quebrantó la voz —Él iba a acabar contigo, ya fuera matándote o enviándote con Kangdae, así que actuamos rápido y gracias al universo que todo salió muy bien.

—No, Hoseok salvaste a mi bebé y me salvaste a mí, no sabes cuán agradecido estoy.

—Lo importante es que estamos bien, pero lo mejor de todo esto es que tú ya estás junto a Jae de nuevo.

Jimin vio a su pequeño jugar con Jungkook, notó que había unos cabellos largos, así que lo llamó y ató su cabello con una pequeña coleta para que no estorbara su visión.

—Es muy hermoso Jimin y es tan tierno —Yongsun admira al cachorro inclinarse y darle algunos juguetes.

—Alfa bonita, yo quiero uno así —Jin se recostó en el hombro de su alfa.

—De verdad, mil gracias, disculpen si ya se cansaron, pero no puedo dejar de agradecer —Jimin le dio una mirada a cada uno.

Jin se acercó y le besó la frente arreglando sus rizos rebeldes —Tú no debes agradecer nada, nosotros te queremos tanto y estamos muy felices que Jae esté contigo de nuevo. Gracias a la vida, Hoseok está a tu lado y Solji tiene a su hijo de nuevo. Al final todo está bien.

—¿Cariño...? —Jungkook llamó

El omega volteó a verlo, Jungkook estaba de pie viendo cómo Jaesung abría y cerraba sus manitas mientras se balanceaba sobre sus pies. Pedía que lo alzara en brazos.

—Adelante Kook, no te preocupes —Jimin sonrió cuando Jungkook alzó a Jaesung en sus brazos para cargarlo, el bebé de inmediato se recostó en la curva de su cuello.

—Me encanta ser testigo de esto, yo también estoy muy feliz por ti, Jimin —Yoongi dijo poniéndose de pie, mientras iba junto a Jungkook.

—¿Qué tal si ayudamos a acomodar las cosas del cachorro? Y luego nos retiramos para que ustedes descansen, eso les hará bien —Hoseok sugirió.

—Tienen razón, ustedes ayuden a llevar las cosas de mi sobrino favorito a la habitación de Jimin, Hoseok y Solji me acompañarán a dar un paseo en el jardín y les mostraré mis nuevas... digo mis antiguas y muy... pero muy viejitas plantas —Jin sonrió nervioso ante la mirada inquisitiva de su alfa.

—Jin, qué tramposo eres omega —Yongsun besó su mejilla para después ir a ubicar las cosas de Jaesung en su debido lugar.

Todos dejaron a Jungkook y Jimin en la gran sala, el alfa acarició los nudillos de su mano y su omega apreciaba con gran detalle el tacto de sus pieles.

—¿Cómo te sientes? —Jungkook pregunta con genuino interés.

—Abrumado, ¿no te molesta cargar a Jae? —Jimin se removió inquieto.

—No, claro que no, ¿a ti te molesta?

—En realidad es muy tierno verte así. Gracias, Kook.

—No, amor, no me agradezcas nada, Jae es tan lindo al igual que tú —Jungkook detalló con detenimiento las facciones de ambos—. ¿No quieres ir a descansar?

—En realidad, sí, esto ha sido mucho, quiero tomar una ducha, ¿me acompañas? —pregunta y se retracta de inmediato al ver la sonrisa de Jungkook, abre los ojos en grande suponiendo que dijo algo indebido—. Emm digo que bueno, si me acompañas a la habitación con Jae mientras yo tomo la ducha, no te estaba diciendo que nosotros, emm no Jungkook —Jimin se trató de explicar muy nervioso.

El alfa se burló un poco de la cara de susto que tenía el pobre omega.

—No te preocupes, no malinterpreté nada cariño, yo me quedo con este pequeño —depositó un besito en la frente del cachorro que sentía los ojitos pesados y empezaba a bostezar.

—Mami... —Jaesung toma su mano, pero no se separa de Jungkook.

—No lo quiero dejar —Jimin acarició a su cachorro.

—¿Confías en tu alfa, amor? Toma la ducha yo cuido de Jae.

—Bien, lo haré rápido. Si él necesita algo me avisas, por favor.

—Por supuesto, cariño, no te preocupes.

Fueron a la habitación, no sin antes despedirse de Hoseok, Yoongi y Solji, se estarían viendo los siguientes días.

Al final Jimin, tomó una ducha fría, necesitaba sentir y corroborar que no estaba alucinando, sus lágrimas fluyeron con el recorrer del agua en su piel.

¡Por Saturno! Su bebé estaba vivo, esto era real y no un producto de su imaginación, movió su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, sintiendo lo frío calar en su piel.

Luego de un rato salió del baño con un gran sudadero puesto, Jungkook estaba en la cama con Jaesung y uno de los juguetes que Yongsun compró para el pequeño.

—Azul —responde el alfa que acomodaba muchas cobijas y almohadones que había pedido a su hermana que comprara.

Jaesung suspira y sonríe volteando a ver a Jimin mostrando el pequeño objeto.

—Hola, cariño.

—Mami, mami —aplaudió el cachorro, feliz de verlo.

El pequeño se movió gateando para ir donde Jimin y recostar su cabecita en su regazo —Aquí estoy bebé.

—Gracias, Kook —el omega notó las cobijas bien acomodadas sobre la cama—. Esto es muy lindo, gracias —sus feromonas inundaron la habitación con roces de felicidad, su alfa estaba preparando un nido para ellos.

—De nada amor, creo que será mejor marcharme para que puedan descansar, ya es de noche y creo que este pequeñín necesita dormir.

Jaesung frunció el ceño cuando el alfa le sacó la manita de la boca. Le peinó el cabello y le deseó feliz noche.

—Gracias por todo, Jungkook.

El alfa abrió los brazos y el omega encajó a la perfección en ellos.

—Feliz noche, amor, descansa y si necesitas algo no dudes en llamarme, ¿bien? —besó su mejilla.

—Si, gracias.

Al salir de la habitación su corazón martillaba frenéticamente en su pecho, estaba tan feliz de ver a Jimin tan apacible y contento, al fin entendió que en ocasiones muy raras la felicidad de la persona que amas te vuelve feliz a ti mismo.

Jimin abrió una de las cajas que contenía ropa para Jaesung, los chicos hicieron un gran trabajo con lo que compraron. Encontró una tierna pijama similar a un enterizo en forma de oso. La tomó para cambiar a su pequeño con el extraño recuerdo de todo lo que deseó comprarle un día y no podía hacerlo.

Borró el triste pensamiento y fue a donde Jaesung se encontraba acostado jugando con uno de los botones de su abrigo.

—Ven cariño, te vamos a preparar para dormir —Jimin besó su rostro intentando no volver a llorar.

—¿Jiji? —Jaesung pregunta.

—Solji está con tío Hoseok y tío Yoongi, mañana la podrás ver, ¿sí?

Jaesung se acercó levantando las manitas para que su mami pudiera quitarle la ropa. Al terminar tomó el rostro del pequeño entre sus manos viendo directo a los ojos para luego besarlo en la frente.

—Eso es Jae —sus ojos se cristalizaron a medida que iba colocándole la pijama.

Se recostó sobre su gran cama y el pequeño nido que el alfa improvisó, Jaesung se acomodó recostado sobre su pecho.

—Estás aquí bebé —suspira incapaz de creer todo lo sucedido, su cachorro se acomoda en su pecho acariciando el rostro de su mami, sonríe cuando sus miradas se conectan, y siente el lazo de madre cachorro más fuerte que nunca, Jimin le sonríe—. Es impresionante lo rápido que cambia la noche, ¿verdad Jae?

—Mami... —Jaesung detalla su rostro y se acerca para besar su mejilla.

—Aquí estoy cariño, sabes amor, hay una parte de mí que nunca nadie había visto. Porque me encontraba perdido cuando creí que ya no estabas. Estaba dispuesto a darte todo Jae, pero tú mi amor solamente tomaste un pequeño pedacito —pica su nariz y Jaesung sonríe—. Pero esa pequeña parte es para siempre tuya bebé.

—Mami —Jaesung suspira, el cachorro batía sus pestañas lentamente, sus rosados labios entre abiertos, mientras su respiración se hacía más lenta, empezaba a dormirse en los brazos de su madre.

Jimin acarició su espalda dando suaves palmadas, haciendo que en las orejas de oso de su traje se movieran, regalándole así la vista más tierna y hermosa que jamás nunca creyó volver a ver.

Agradeció a la vida por su Jae, por Hoseok y la oportunidad de tener todo lo que creyó perder.

Respiró profundamente, no sintió las horas correr hasta que unos suaves golpes sonaron en la puerta, al sentir el olor de Jungkook, se acercó para abrir.

—Kook, ¿qué pasa? —Jimin, con expresión preocupada y algo avergonzado, preguntó.

—Jimin, ¿pasó algo? —habla al mismo tiempo—. No, no te preocupes, es que mi alfa está muy inquieto y no podía dormir —Jungkook suspira.

—Yo tampoco —Jimin carraspea, quería y necesitaba a su alfa cerca de él, simplemente todo fue abrumante—. Yo quiero decirte, no, bueno, en realidad preguntarte, eso solamente si tú quieres, es decir, si tú... —habló nervioso, caminando dentro de la habitación, viendo el lado desocupado de la cama.

—Claro que sí, gracias —el alfa se acercó a Jimin hasta estar frente a la cama—. ¿Omega me concedes el permiso de pasar?

—Claro alfa, tú siempre eres bienvenido —Jimin sonríe cuando Jungkook gateó hasta posicionarse en el lado vacío, dejando al pequeño en medio de los dos.

El alfa movió su brazo para tomar la mano de Jimin, quien se sonrojó por el acto, marcó a ambos con su olor, Jungkook y Jimin al igual que Jaesung parpadearon cerrando los ojos sin soltar el agarre del otro, y después de todo pudieron dormir en total tranquilidad.

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